Campeonato Skills 2018
Escrito por Manuel Benito-Sendín, viernes 1 de junio de 2018 , 00:23 hs , en Skills 2018

 

Bienalmente el I.E.S. Diputación Provincial viene participando en el campeonato regional de Skills. Este año nuestro alumno Javier Sánchez Crespo, que cursa 2º de grado medio del ciclo de Instalación y Amueblamiento, fue el representante del centro, quedando en un honroso 4º puesto.



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  • Alvaro Egea Romero el jueves 6 de febrero de 2025, 17:08 hs

    ¿Adiós, llaves perdidas? Cómo hacer un duplicado de llaves de coche en Sevilla

    Las llaves de coche, esos pequeños objetos que tanto poder concentran. Con ellas, abrimos las puertas de nuestro vehículo, lo arrancamos y nos desplazamos a cualquier rincón. Pero, ¿qué ocurre cuando las extraviamos? ¿O peor aún, cuando se rompen? El pánico suele apoderarse de nosotros, ¿verdad?

    No te preocupes, no estás solo en esta lucha. En la provincia de Sevilla, existen profesionales especializados en la fabricación de duplicado de llaves de coche. Estos expertos cuentan con la tecnología y la experiencia necesarias para solucionar tus problemas de llaves, desde las más sencillas hasta las más sofisticadas.

    Pero antes de lanzarte a buscar el primer cerrajero que encuentres, es importante conocer algunas claves para tomar la mejor decisión.

    ¿Qué tipos de llaves de coche existen?

    Antes de solicitar un duplicado de llaves de coche, es fundamental entender qué tipo de llave posee tu vehículo. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados en este campo, y existen diversas categorías:

    • Llaves convencionales: Las más antiguas y sencillas. Se componen de una cabeza metálica con dientes que encajan en el bombín de la cerradura.

    • Llaves con chip transponder: Incorporan un pequeño chip electrónico que se comunica con el sistema de inmovilizador del vehículo. Sin la señal correcta del chip, el motor no arrancará.

    • Llaves de proximidad (sin llave): Estas llaves funcionan mediante radiofrecuencia. Solo es necesario tenerlas cerca del vehículo para abrir las puertas y arrancar el motor.

    • Llaves plegables: Compactas y prácticas, son cada vez más comunes en los vehículos modernos.

    Conocer el tipo de llave que tienes es crucial, ya que determinará el proceso de duplicación y la tecnología necesaria para realizarlo.

    ¿Dónde puedo hacer un duplicado de llaves de coche en Sevilla?

    En la provincia de Sevilla encontrarás una amplia variedad de opciones para realizar un duplicado de llaves de coche:

    • Cerrajerías locales: Son una opción rápida y accesible. Muchos cerrajeros cuentan con la maquinaria necesaria para duplicar llaves convencionales y algunas con chip.

    • Concesionarios oficiales: Si tu vehículo es reciente o de una marca específica, el concesionario oficial suele ser la opción más segura. Disponen de la tecnología y las herramientas necesarias para duplicar llaves con sistemas de seguridad más avanzados.

    • Servicios especializados en duplicado de llaves: Existen empresas especializadas en la fabricación de llaves de coche, incluyendo las más sofisticadas con sistemas de seguridad electrónicos.

    ¿Qué factores debo considerar al elegir un profesional para el duplicado de llaves de coche?

    Elegir el lugar adecuado para realizar el duplicado de llaves de coche es fundamental para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento de tu vehículo. Te recomendamos tener en cuenta los siguientes factores:

    • Experiencia: Opta por profesionales con experiencia demostrable en el duplicado de llaves de coche, especialmente si tu vehículo cuenta con sistemas de seguridad avanzados.

    • Tecnología: Asegúrate de que el taller cuente con la maquinaria y la tecnología necesarias para duplicar tu tipo de llave.

    • Reputación: Investiga la reputación del profesional o empresa. Lee opiniones de otros clientes y busca referencias.

    • Garantía: Pregunta por las garantías que ofrecen en caso de cualquier problema con el duplicado de la llave.

    ¿Cuánto cuesta hacer un duplicado de llaves de coche?

    El precio del duplicado llaves coche puede variar significativamente dependiendo de varios factores:

    • Tipo de llave: Las llaves más sencillas suelen ser más económicas, mientras que las llaves con sistemas de seguridad avanzados (como las llaves de proximidad) tienen un coste mayor.

    • Tecnología utilizada: La tecnología empleada para duplicar la llave también influye en el precio final.

    • Urgencia del servicio: Si necesitas el duplicado de la llave de manera urgente, es probable que debas pagar un recargo por el servicio.

    Es recomendable solicitar varios presupuestos de diferentes profesionales para comparar precios y elegir la opción que mejor  se adapte a tus necesidades y presupuesto.  

    ¿Cómo puedo prevenir la pérdida o el robo de mis llaves de coche?

    Prevenir la pérdida o el robo de las llaves de coche es fundamental para evitar situaciones desagradables y costosas. Te ofrecemos algunos consejos útiles:

    • Mantén tus llaves siempre a salvo: No las dejes en lugares visibles dentro del vehículo, como en el asiento o en la guantera.

    • Utiliza un llavero resistente: Un buen llavero puede ayudarte a evitar que las llaves se pierdan o se rompan.

    • Considera la posibilidad de utilizar un sistema de localización: Algunos llaveros inteligentes incorporan sistemas de localización GPS que te permiten encontrar tus llaves en caso de pérdida.

    • Cambia las cerraduras de tu vehículo en caso de robo o pérdida de las llaves: Esto evitará que alguien pueda acceder a tu vehículo con las llaves robadas o perdidas.

    Hacer un duplicado de llaves de coche en Sevilla es un proceso sencillo y rápido si se acude a profesionales cualificados. Recuerda que la elección del lugar adecuado y la comprensión de las características de tu llave son fundamentales para garantizar un servicio de calidad y evitar problemas futuros. Con estos consejos, podrás disfrutar de la tranquilidad que brinda tener un duplicado de tus llaves de coche siempre a mano.

  • Vivian H. el viernes 25 de julio de 2025, 23:29 hs

    La cocina de un restaurante: donde se juega la reputación, el pan y la ley

    La cocina de un restaurante: donde se juega la reputación, el pan y la ley

    La normativa que no se ve, pero que puede cerrarte el local

    En esta España nuestra, donde cada rincón huele a tapa, a guiso de abuela o a fritura recién sacada del aceite, muchos empresarios de la hostelería creen que con servir bien y cobrar justo tienen el negocio asegurado. Pero no. En los fogones, además del ajo, el vino y el sudor del cocinero, debe haber algo mucho más invisible y menos sabroso: el cumplimiento estricto de la normativa vigente. Porque quien no respeta la ley entre cazuelas, acaba cocinando sanciones.

    Y es que la normativa contra incendios en restaurantes, aunque suene a trámite de despacho, es una de esas realidades que marcan la diferencia entre una cocina funcional y un negocio al borde del cierre. Lo dice el sentido común y lo ratifican los inspectores con su carpetita y su autoridad bajo el brazo.

    Los materiales: donde empieza la limpieza y acaba la sanción

    En una cocina profesional no se improvisa ni la tabla de cortar. Todo debe estar dispuesto como si cada tornillo lo fuera a inspeccionar un cirujano. Acero inoxidable, vidrio templado y plásticos alimentarios: estos son los materiales que manda la norma. Nada de madera porosa, rincones con grasa acumulada ni recovecos donde los gérmenes puedan montar su festín.

    El mobiliario debe estar bien distribuido, pegado pero no pegajoso, y permitir una limpieza integral. Porque donde el trapo no llega, llega la bacteria. Y donde hay bacteria, hay multa.

    El fuego: aliado culinario y enemigo legal

    El fuego, ese compañero romántico de la cocina tradicional, se convierte en un riesgo permanente si no está debidamente controlado. ¿Campanas extractoras sin mantenimiento? Sanción. ¿Freidoras sin extintor cerca? Clausura. ¿Sistema de extinción automático sin revisión? Riesgo penal en caso de accidente.

    Por eso, en el ecuador de cualquier análisis serio sobre normativa, aparece con fuerza la palabra clave: normativa contra incendios en restaurantes. No hablamos de capricho legal, sino de proteger vidas y negocios. Un incendio en una cocina no da segundas oportunidades. Y la ley lo sabe.

    Es obligatorio tener extintores homologados, señalizados y accesibles, especialmente cerca de los puntos de calor: fogones, hornos, planchas. Y no cualquier extintor, no. El de polvo ABC sigue siendo el más indicado en estos entornos grasientos, donde el aceite arde con furia si se le provoca.

    Los pequeños comercios también cocinan responsabilidades

    Y si alguien cree que por tener un bar de barrio o una freiduría con mostrador basta con barrer al final del día y echar la persiana, va listo. La ley no distingue entre estrella Michelin y menú del día. Aquí todos deben cumplir.

    Es más, los extintores para pequeños comercios deben estar tan presentes como la cafetera. No se trata de hacer bonito, sino de evitar tragedias. Además, deben pasar su revisión anual, estar correctamente etiquetados y colocados a una altura visible. Porque cuando hay llamas, no hay tiempo para buscar.

    APPCC: el acrónimo que puede salvarte el negocio

    Tres letras que muchos hosteleros aún confunden con el canal de televisión. Pero no. El Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC) no es una opción, es una exigencia del Reglamento (CE) 852/2004. Y exige, entre otras cosas, que cada local tenga una hoja de ruta higiénico-sanitaria clara, escrita, documentada y actualizada.

    ¿Superficies lavables? Obligatorio. ¿Registros de limpieza? Imprescindibles. ¿Formación del personal en higiene? Por ley. Porque la cocina ya no es solo un espacio de creatividad culinaria, sino también un campo de batalla contra bacterias, riesgos laborales y posibles demandas.

    Diseño, ventilación y accesibilidad: la cocina del siglo XXI

    Hoy en día, montar una cocina profesional es casi como montar un quirófano. Separación de zonas limpias y sucias, suelos antideslizantes, iluminación que no dé sombra, grifos de codo, dispensadores de jabón bactericida, lavamanos estratégicamente ubicados… Todo esto no es capricho, es ley.

    Y además, la accesibilidad ya no es un lujo, sino una exigencia. Cocinas nuevas o reformadas deben contar con pasillos anchos, encimeras a la altura adecuada y puertas abatibles para permitir el acceso a personas con movilidad reducida. No hay excusa. Ni espacio pequeño ni local antiguo libra del cumplimiento.

    Documentación: el papel que pesa más que el aceite

    Porque todo lo anterior, si no está documentado, es como si no existiera. Hay que tener a mano los certificados de mantenimiento, las fichas técnicas de productos químicos, los controles de temperatura de cámaras y vitrinas, y los registros de formación del personal.

    Un inspector no quiere promesas, quiere pruebas. Y si no las hay, lo que hay es sanción. Porque un resbalón legal puede costar más caro que una mala crítica en redes sociales.

    La revisión: ese hábito que te mantiene dentro de la ley

    Nada es para siempre. Ni la campana extractora más moderna ni el extintor más nuevo. Por eso, la revisión periódica de instalaciones es vital. No solo por cumplir, sino por anticiparse. Porque la normativa evoluciona, los aparatos se desgastan y los métodos cambian.

    Contar con asesoría técnica especializada no es un gasto, es una inversión. Porque más vale pagar una auditoría hoy que una multa mañana.

    Legalidad, reputación y rentabilidad: tres ingredientes del éxito

    Cumplir con la normativa contra incendios en restaurantes y con toda la reglamentación sanitaria no es solo una carga administrativa. Es, sobre todo, una inversión en reputación, seguridad y futuro. Una cocina bien equipada, documentada y gestionada es una cocina que gana en eficiencia, evita disgustos y fideliza al cliente.

    Porque la tranquilidad no tiene precio. Y quien cocina dentro de la ley, cocina con futuro. Aunque no lo veas, la seguridad también se sirve en plato.



  • Esther el viernes 8 de agosto de 2025, 10:27 hs

    Tipos de extintores de incendios: la primera línea de defensa contra el fuego

    Hay cuestiones que, pese a su aparente simpleza, encierran una gravedad silenciosa. Y pocas como ésta: la protección contra incendios no es opcional, sino una obligación ineludible en hogares, comercios, oficinas, fábricas, instalaciones públicas y hasta en la cocina de cualquier bar de barrio. El fuego, cuando irrumpe, no pide permiso ni avisa. Por eso, los extintores de incendios se convierten en una pieza esencial para contener el caos antes de que sea demasiado tarde.

    Pero, ¿sabemos realmente qué tipo de extintor es el adecuado para cada situación? ¿Comprendemos su funcionamiento y los criterios que deben guiarnos a la hora de instalarlos y mantenerlos? En este extenso recorrido, vamos a desgranar todos los tipos de extintores de incendios, su clasificación técnica, los usos más adecuados y la normativa que los regula. Porque hablar de extintores es hablar de seguridad, de prevención y de responsabilidad.

    Clasificación general de los extintores: por tipo de fuego

    En España, los incendios se clasifican en cinco clases principales según el tipo de combustible implicado:

    • Clase A: materiales sólidos (madera, papel, textiles).
    • Clase B: líquidos inflamables (gasolina, aceites, pinturas).
    • Clase C: gases inflamables (propano, butano, gas natural).
    • Clase D: metales combustibles (aluminio, magnesio, sodio).
    • Clase F: aceites y grasas en cocinas (freidoras, planchas).

    Con esta clasificación como punto de partida, los distintos extintores se diseñan para actuar de forma eficaz sobre una o varias de estas clases.

    Extintor ABC: el más versátil del mercado

    El extintor más común en hogares y oficinas es el extintor de polvo químico seco ABC. Su eficacia radica en su versatilidad: puede apagar fuegos de clase A, B y C, lo que lo convierte en una opción polivalente y de gran utilidad para situaciones imprevistas.

    Este tipo de extintor libera un polvo a presión que sofoca el fuego al interrumpir la reacción química de la combustión. Su uso se extiende desde viviendas hasta vehículos industriales, pasando por centros educativos y pequeños comercios. Si estás pensando en adquirir uno, es fundamental elegir un extintor ABC certificado conforme a la normativa UNE-EN3 y revisar regularmente su presión y estado de carga.

    Extintores de espuma: enemigos del fuego líquido

    Los extintores de espuma AFFF están indicados especialmente para fuegos de clase A y B. Su acción se basa en crear una capa de espuma sobre el combustible, lo que impide la liberación de vapores inflamables y corta el oxígeno del fuego.

    Son muy usados en entornos donde hay riesgo de derrames de líquidos inflamables, como talleres mecánicos, estaciones de servicio o industrias químicas. Aunque no son recomendables para fuegos eléctricos, su eficacia contra combustibles líquidos es incuestionable. Como explica cualquier blog sobre protección contra incendios, su mantenimiento debe ser constante para garantizar su presión y efectividad.

    Extintores de CO₂: ideales para instalaciones eléctricas

    El extintor de dióxido de carbono (CO₂) es el indicado para fuegos eléctricos (clase E) y de líquidos inflamables (clase B). Su descarga a presión enfría el área afectada y desplaza el oxígeno sin dejar residuos, lo que lo convierte en la mejor opción para salas de servidores, cuadros eléctricos o laboratorios.

    Su característica boquilla en forma de trompeta ayuda a dirigir el gas a alta presión, aunque puede llegar a provocar quemaduras por congelación si no se maneja correctamente. A diferencia del polvo seco, el CO₂ no ensucia ni deteriora los equipos electrónicos.

    Extintores de agua: eficacia sencilla pero limitada

    Los extintores de agua se destinan únicamente a fuegos de clase A. Utilizan la acción refrigerante del agua para reducir drásticamente la temperatura de los materiales en combustión. Son efectivos en edificios administrativos, colegios o instalaciones deportivas, siempre que no haya riesgo eléctrico o presencia de líquidos inflamables.

    Existe una variante avanzada: el extintor de agua pulverizada o nebulizada, que genera una nube de microgotas que no sólo enfría, sino que reduce la presencia de oxígeno y evita daños colaterales. Son frecuentes en hospitales, quirófanos y museos, donde la protección del entorno también es una prioridad.

    Extintores de agente químico húmedo: diseñados para cocinas profesionales

    El fuego en cocinas industriales es una de las amenazas más frecuentes. De ahí que exista un tipo específico: el extintor de agente químico húmedo. Este dispositivo actúa sobre fuegos de clase F, típicos de aceites y grasas en altas temperaturas.

    El agente forma una espuma jabonosa que enfría, aísla y evita la reignición del fuego. Su instalación es obligatoria en muchos establecimientos de restauración y comedores colectivos según normativa autonómica.

    Extintores para fuegos de metales: el gran olvidado

    Los extintores de clase D están diseñados para fuegos muy específicos causados por metales combustibles como sodio, potasio o magnesio. Su uso se restringe a entornos industriales, aeronáuticos o laboratorios químicos donde este tipo de materiales estén presentes.

    Estos extintores utilizan agentes especiales no reactivos con el metal incandescente. Nunca deben usarse agentes líquidos, ya que podrían provocar explosiones violentas al reaccionar con el fuego metálico.

    Extintores sobre ruedas: volumen, potencia y movilidad

    En puertos, aeropuertos, obras y plantas industriales, los extintores móviles montados en carros (con capacidades superiores a 25 kg) ofrecen una gran ventaja. Su volumen permite actuar durante más tiempo sobre fuegos extensos o difíciles de contener con un extintor portátil.

    Estos modelos están equipados con mangueras largas y válvulas de apertura rápida, y son una herramienta clave en servicios de emergencia, hangares de aviación y parques logísticos.

    Mantenimiento y normativa: lo que nunca debe olvidarse

    Un extintor sin mantenimiento es un riesgo disfrazado de protección. La normativa española establece que todos los extintores deben revisarse trimestralmente y someterse a una inspección completa cada año por una empresa certificada. Cada 5 años, deben pasar una prueba de presión hidrostática (retimbrado).

    Además, deben estar colocados a una altura accesible (entre 80 y 120 cm del suelo), con señalización visible, y ser de fácil acceso. Un extintor bloqueado por un mueble o escondido tras una puerta pierde toda su eficacia cuando más se le necesita.

    Ningún lugar está exento del riesgo de incendio

    La protección contra incendios es un deber moral, legal y operativo. No importa si hablamos de un despacho en el centro de Madrid o de una nave industrial en un polígono de Málaga: la diferencia entre un susto y una tragedia puede estar en disponer del extintor adecuado.

    Por eso, elegir, instalar y mantener el tipo correcto de extintor no es un trámite más: es un compromiso con la vida, la seguridad y el sentido común. Porque si hay algo que no espera, es el fuego.