Concurso de pinchos de cocina
Escrito por José Santos, lunes 20 de marzo de 2017 , 13:03 hs

A lo largo del mes de febrero de ha realizado la primera fase del concurso de tapas.

Próximamente será la fase final del certamen.

Como más vale una imagen que 1000 palabras, ahí están las fotos de las tapas.



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  • Antonio Romero el lunes 28 de julio de 2025, 10:40 hs

    Estanterías de acero inoxidable: orden y estilo para tu cocina

    En el ecosistema vibrante de una cocina industrial, no hay cabida para el desorden ni margen para la improvisación. El ritmo es constante, la presión elevada y el espacio, cada centímetro, cuenta. Y en medio de este entorno exigente, existe un elemento discreto pero decisivo: las estanterías de acero inoxidable.

    Puede que no tengan interruptores ni emitan señales luminosas. No cortan, no cuecen, no fríen. Pero son tan imprescindibles como la llama de un fogón o el filo de un buen cuchillo. Son la columna vertebral silenciosa de la organización. El soporte donde todo comienza y termina.

    El acero inoxidable: más que un material, una declaración de principios

    Elegir acero inoxidable no es una decisión estética, sino estratégica. No hablamos de un capricho decorativo, hablamos de un compromiso con la durabilidad, la limpieza y la eficiencia. En una cocina profesional, lo que no aguanta… estorba. Y el acero inoxidable, sencillamente, aguanta. Aguanta la humedad, el calor, los golpes, los ácidos de los alimentos. Y lo hace con elegancia, sin perder su forma ni su propósito.

    Instalar estanterías de acero inoxidable es apostar por la resistencia, la fiabilidad y la organización a largo plazo. Porque quien equipa bien, cocina mejor.

    Organización profesional: cuando cada utensilio tiene su lugar

    Una buena estantería de acero inoxidable no es un mueble más. Es un engranaje esencial en la maquinaria de la cocina. Está diseñada para soportar peso, para mantenerse firme bajo la humedad, para facilitar la limpieza, pero sobre todo, para optimizar cada movimiento dentro de la cocina.

    Las cocinas que prosperan no son las más grandes, sino las mejor organizadas. Y eso comienza por estructurar bien el espacio. Una estantería acero inoxidable bien ubicada permite que los ingredientes estén siempre a mano, que las herramientas estén visibles, y que el equipo fluya con precisión quirúrgica.

    Estilo, limpieza y profesionalidad: el acero también comunica

    No todo lo funcional renuncia a lo estético. El acero inoxidable lo demuestra. Su superficie brillante, sobria y técnica, habla de limpieza, de orden, de profesionalidad. En el mundo de la hostelería, donde cada detalle importa, también importa lo que se transmite, aunque no se vea desde el comedor.

    La imagen de una cocina dice mucho de un restaurante, y las estanterías de acero inoxidable son la carta de presentación silenciosa. Su aspecto impoluto no solo genera confianza: es la evidencia de que ahí dentro se trabaja con rigor.

    Por eso, las cocinas industriales más exigentes del país no dudan: el acero inoxidable no es un lujo, es una necesidad técnica, sanitaria y operativa.

    Características esenciales de las estanterías de acero inoxidable

    • Resistencia extrema: soportan grandes cargas, humedad constante y uso intensivo sin deformarse.
    • Higiene garantizada: su superficie no porosa evita la acumulación de bacterias y facilita la limpieza.
    • Durabilidad superior: con un mantenimiento básico, resisten décadas sin deteriorarse.
    • Diseño modular: adaptables a todo tipo de espacios, configurables con ruedas, ganchos o bandejas.
    • Seguridad alimentaria: cumplen con normativas higiénico-sanitarias exigidas en entornos profesionales.

    Tipos de estanterías según necesidades profesionales

    El abanico de modelos permite elegir la estructura perfecta según el ritmo y estilo de cada cocina. No es lo mismo un obrador que una cocina de restaurante, ni una central de catering que una barra de tapeo.

    • Estanterías murales: aprovechan la altura, liberan espacio en el suelo y facilitan el acceso inmediato.
    • Estanterías con ruedas: movilidad total para adaptar la cocina al ritmo cambiante del servicio.
    • Estanterías modulares: configurables en altura y fondo, permiten rediseñar el espacio sin grandes obras.
    • Estanterías cerradas: ideales para preservar ingredientes o utensilios que requieren máxima higiene.

    Cómo elegir la estantería de acero inoxidable ideal

    Antes de adquirir cualquier mobiliario, hay que tener claras las necesidades operativas. El error más habitual es dejarse llevar por el precio sin analizar el uso real. ¿Qué debemos tener en cuenta?

    • Dimensiones del espacio: cada centímetro cuenta. Medir con precisión es fundamental.
    • Tipo de acero: el estándar en cocinas industriales es el AISI 304 por su resistencia química.
    • Carga máxima por balda: no todos los modelos aguantan lo mismo. Verificar la ficha técnica.
    • Certificaciones sanitarias: fundamentales para pasar inspecciones y garantizar seguridad alimentaria.

    Mantenimiento fácil, vida útil eterna

    Uno de los grandes atractivos del acero inoxidable es su escasa exigencia de mantenimiento. Pero “poco” no significa “nulo”. Para garantizar su longevidad, conviene adoptar unas pautas sencillas:

    • Limpiar a diario con paño húmedo y detergente neutro.
    • Evitar estropajos metálicos o productos abrasivos.
    • Secar tras cada limpieza para evitar marcas de agua.
    • Revisar tornillos, soldaduras y puntos de apoyo regularmente.

    La cocina empieza por el orden… y el orden por el acero

    En tiempos donde el ritmo de servicio se mide en segundos y la excelencia se exige por defecto, no hay margen para mobiliario endeble ni improvisaciones. Las estanterías de acero inoxidable se han convertido en el núcleo organizativo de cualquier cocina profesional que aspire a la eficiencia y la seguridad.

    Dotarse de buen mobiliario no es una inversión estética, es una inversión en tranquilidad operativa. Porque cuando todo está en su sitio, todo funciona. Y cuando todo funciona, el cliente lo nota… aunque no lo vea.

    Así que no se trata solo de almacenar. Se trata de estructurar, optimizar, higienizar. Se trata de convertir el caos en armonía. Y todo eso empieza con una buena estantería de acero inoxidable.